Jornada Urbanismo Sostenible APIA/FAPE

El pasado 25 de octubre tuvo lugar la jornada sobre urbanismo sostenible organizada por la Asociación de Periodistas de Información Ambiental (APIA) y la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE). Durante la inauguración, Elsa González, presidenta de FAPE, señaló que la especialización informativa es “la garantía de calidad” que genera “imagen de marca” al medio de comunicación; reporta “rigor a la información” y ofrece a la audiencia una mirada “diferente y clara” sobre lo complejo, porque explicar la realidad, a su juicio, requiere cada vez conocimientos más específicos.

González felicitó al presidente de Apia por organizar este tipo de jornadas porque “en estos momentos, la información especializada es la gran alternativa, la que puede proporcionarnos la imagen que concede el rigor”. También hizo pronósticos de futuro y aseguró que “pensando en futuro el gran beneficiario de la información rigurosa será siempre el ciudadano».

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Luis Guijarro ratificó las palabras de la presidenta de FAPE y recordó que uno de los fines de APIA es la formación. Por eso desde sus inicios en el año 1994 “hemos realizado más de cien jornadas formativas para los periodistas ambientales”. Agradeció el apoyo de Valdebebas en la realización de estas jornadas y aseguró que “no vamos a dejar que la crisis coloque la cuestión ambiental en un segundo plano, aunque muchas veces nuestros jefes editoriales parece que quieren que sea así”.

Tras la inauguración, el director general de la Asociación de Edificación Sostenible ‘Green Building Council España (GBCe), Luís Álvarez-Ude, ha explicado que la construcción es uno de los sectores que más contribuyen a la emisión de gases contaminantes y que, “si no se actúa sobre el parque inmobiliario existente, España no cumplirá” con los objetivos marcados por el Protocolo de Kioto ni los objetivos de reducción de la Unión Europea.

Igualmente, ha defendido que la eficiencia energética en los edificios es uno de los sectores donde más ahorro podría obtenerse y mayores beneficios medioambientales. Insistió en que “la construcción es un sector clave para la lucha contra el cambio climático”.

De cara a la reducción de la edificación y de sus impactos sobre el medio ambiente, señaló que los principales caminos están en la rehabilitación del parque inmobiliario existente o en dirigir el sector de los materiales para adoptar los más eficientes. Para este fin, Álvarez-Ude ha subrayado que ante la complejidad de todos los actores es básico fomentar la “ecoeficiencia y la autocontención”.

Finalmente, precisó que el sector de la construcción se debe reorientar hacia “la habitabilidad y la rehabilitación”, promoviendo un nuevo marco normativo que contribuya en el seguimiento de desarrollos legales, económicos y culturales. Se deben crear instrumentos que ayuden al cambio en el sector, pudiendo medir la sostenibilidad, y promoviendo un pacto de Estado para acordar la política en materia de construcción para los próximos 40 años. Para los que denuncian que realizar todo esto es muy difícil y económicamente costoso les lanzó la siguiente pregunta “¿cuánto le cuesta la no sostenibilidad a un país?”

Otro plato fuerte de la jornada lo representó Francisco Mangado, premio arquitectura 2009, quien manifestó que “lo peor en la arquitectura y la construcción está por venir”. Como ha sucedido con el periodismo, Mangado dijo que el 50% de los estudios de arquitectura han cerrado en los últimos dos años, “hay 40.000 arquitectos en ejercicio, sólo se necesitarán 20.000 en los próximos años, pero en las Universidades hay 40.000 estudiando para obtener un título”, y añadió que “por todo ello, la situación de los arquitectos en España va a ir a peor, entre otras cosas porque se va tardar en limpiar todo lo que se ha edificado en los últimos años”.

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El arquitecto navarro, como también manifestó el presidente de APIA, se declara optimista porque la crisis económica provocará un cambio muy profundo en todos los órdenes, y también en la arquitectura, “en estos años hemos vivido una banalización, y mientras un 95% de la arquitectura que conocemos ha sido basura, y sigue siendo basura, el otro 5% se ha decantado por la arquitectura-espectáculo”.

A partir de ahora se impondrá la “socialización”, revalorizándose los arquitectos de los años 50-60 del siglo pasado, que en medio de la dictadura y en una situación de precariedad tuvieron que arreglárselas para hacer las viviendas que necesitaba la sociedad, “y ya en estos momentos hay una corriente de arquitectos, y no digamos entre los estudiantes de arquitectura, que propugnan que lo que importa es la sociedad”.

Francisco Mangado terminó apostando por una nueva manera de entender la relación de la arquitectura con la sociedad a través del medio ambiente, “porque la sociedad cada vez juzga más la arquitectura en relación con el Medio y el paisaje”, y citó como ejemplo la urbanización de Valdebebas, un desarrollo urbanístico en Madrid, “que antes de levantar las viviendas ya tiene los parques, los árboles crecidos, las aceras con sus respetaba iluminación sostenible; en definitiva no es un ‘patatal’, que es lo que normalmente se observa a primera vista en los futuros desarrollos urbanísticos”. Como sucede con los defensores del medio ambiente apostó por una “arquitectura ética”. En este sentido se le preguntó por uno de los iconos de los desastres ambientales, el hotel Algarrobico en Almería. Mangado dijo haberlo visitado hace unos meses y lo definió como “una aberración que debería tirarse”.

En las mismas jornadas intervinieron también Jorge Serrano y Susana Canogar –de la Junta de Compensación de Valdebebas-, para exponer un ejemplo de “buenas prácticas urbanísticas”.

Una de las claves de una urbanización “sostenible” -según los ponentes- es la recuperación del espacio público y del protagonismo del peatón, “con una jerarquía de calles y un trazado de conectores verdes que comunican las zonas externas con el interior del trazado urbano, formado por edificaciones de uso múltiple, tanto residencial como oficinas y comercio de proximidad”.

“En Valdebebas -dijo Serrano- la red ciclista será, además de una infraestructura de ocio, una alternativa real de transporte”. En cuanto al arbolado, sin duda otro de los elementos que definen Valdebebas, la arquitecto paisajista, Susana Canogar, dijo “que no sólo cumple una función ornamental, sino que facilita la captura de CO2, funciona como ‘filtro de aire’ y proporciona sombra en los muchos espacios públicos del desarrollo urbano”.