El lunes 28 de marzo tuvimos una visita guiada a la exposición «Paisajes emocionales» del artista islandés Ragnar Kjartansson (Reikiavik, 1976), organizada por el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza y Thyssen-Bornemisza Art Contemporary con la colaboración de la Fundación Ecolec.
Melancolía, tristeza, congoja, tranquilidad, paz y júbilo son algunas de las emociones que han provocado la visita a esta exposición. Lo que sin duda se recoge es la pasión que siente Kjartansson por América del Norte, sus paisajes y su música, que conforman las cuatro instalaciones audiovisuales de esta exposición y dialogan con la muestra de Arte americano que pueden contemplarse en el Thyssen
Una muestra que reúne por primera vez, y hasta el próximo 26 de junio, cuatro de sus videoinstalaciones más reconocidas internacionalmente, The Visitors (2012), The Man (2010), The End (2009) y God (2007), además de una serie de acuarelas, donde se plasma la fascinación de Kjartansson por América del Norte, con obras ambientadas en una granja junto al río Hudson o en las Montañas Rocosas, acompañadas de blues o de jazz, y aprovecha la nueva instalación del museo dedicada al Arte americano en la colección Thyssen para establecer diálogos con pinturas de los siglos XIX y XX.
Esta exposición marca el inicio de las celebraciones del 20 aniversario de TBA21, Thyssen-Bornemisza Art Contemporary. Una importante fundación internacional de arte y concienciación creada en 2002 por la filántropa y coleccionista Francesca Thyssen-Bornemisza, que representa la cuarta generación del compromiso de la familia Thyssen con las artes y el servicio público. La Fundación TBA21, con sede en Madrid y Viena, promueve la colección TBA21 y sus actividades de divulgación, que incluyen exposiciones, programación pública y colaboraciones con otras instituciones culturales y cívicas.
Paisajes emocionales parte de los 15 años de relación de TBA21 con el artista, durante los cuales la fundación ha apoyado su obra a través de diferentes encargos, tanto nuevas producciones como exposiciones. Con el título de la famosa letra de la cantante Björk, Emotional Landscapes, incluye cuatro videoinstalaciones de la colección TBA21 que se muestran juntas por primera vez.
Ragnar Kjartansson utiliza todos los soportes y formas del arte en su práctica performativa. La historia del cine, la música, el teatro, la cultura visual y la literatura encuentran su camino en sus videoinstalaciones, performances, dibujos y pinturas. La simulación y la puesta en escena se convierten en herramientas clave en su intento de transmitir una emoción sincera y ofrecer a la audiencia una experiencia genuina.
La exposición engloba la práctica de Kjartansson de performance, donde la música, la puesta en escena y las emociones que estas invocan transportan al espectador a otros lugares en los que reflexionar sobre la condición humana:
- The Visitors (2012) es posiblemente la obra más célebre de Kjartansson. Creada por un grupo ecléctico de músicos, amigos del artista, es una instalación de vídeo de nueve canales, de una hora de duración, ambientada en Rokeby Farm (Barrytown, Nueva York), junto al río Hudson.
- The End (2009) utiliza las Montañas Rocosas canadienses como escenario, un lugar que le sirve a Kjartansson para cuestionar la idea romántica del artista y su conexión con el paisaje. The End se instala con From the Valley of World-Weariness in British Columbia (2011), una serie de acuarelas pintadas en el mismo paraje, después de un incendio, lo que transmite una sensación dramática y de nostalgia desesperanzada.
- The Man (2010) recoge una interpretación completa del repertorio del célebre músico de blues de Mississippi Pinetop Perkins, de 97 años, una de las pocas piezas en las que el propio Kjartansson no aparece. El piano de Perkins está en medio de una vasta pradera casi vacía, excepto por un viejo granero y algunos árboles al fondo.
- God (2007) utiliza la cultura pop estadounidense de mediados del siglo XX en una videoinstalación envuelta en satén rosa. En el vídeo de treinta minutos, el artista se presenta con la pose de un crooner al frente de una banda de jazz de once músicos, dirigida por su colaborador Davíð Þór Jónsson. God se instala con las obras estadounidenses modernas de las colecciones Thyssen.
Paisajes emocionales es la séptima exposición en una colaboración de cinco años entre TBA21 y el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, después de las más recientes After Nature de Claudia Comte y Cotton Under My Feet de Walid Raad. Damos las gracias a los responsables de comunicación José María Goicoechea del Museo Thyssen; Carlos Urroz, TBA21 y Rafael Serrano, Fundación Ecolec por ayudarnos a llevar a cabo esta visita.