Visita al Real Jardín Botánico de Madrid, RJB-CSIC

En el centro de Madrid existe un jardín botánico que alberga más de 15.000 especies, donde todavía es posible disfrutar de la naturaleza y de la calma. Hablamos del Real Jardín Botánico de Madrid, RJB-CSIC. Una espacio repleto de sorpresas para quien se acerque a él, repleto de hermosos rincones que contemplan más de dos siglos de historia. Un lugar imprescindible para los estudiosos de la Botánica.

Desde APIA queríamos conocerlo más en profundidad y el pasado 27 de abril lo hicimos. Para ello contactamos con nuestro socio Pepe Plana, que conoce las especies, historias y leyendas de este jardín como el gran experto que es.

Nos dice que el 17 de octubre de 1755, Fernando VI ordenó la creación del Real Jardín Botánico de Madrid. Que en sus inicios se instaló en la Huerta de Migas Calientes, en las inmediaciones de lo que hoy se denomina Puerta de Hierro, a orillas del río Manzanares. Contaba con más de 2.000 plantas, recogidas por José Quer, botánico y cirujano, en sus numerosos viajes por la Península u obtenidas por intercambio con otros botánicos europeos.

A partir de 1774, Carlos III dio instrucciones para su traslado al actual emplazamiento del paseo del Prado, donde se inaugura en 1781. Sabatini, el que fue arquitecto del Rey, y Juan de Villanueva, responsable del edificio que posteriormente albergará el Museo del Prado, se hicieron cargo del proyecto.

Hoy tiene 8 hectáreas porque tuvo que ceder parte de su superficie para el actual Ministerio de Agricultura y la Cuesta de Moyano, nombre popular con el que se conoce a la calle de Claudio Moyano de Madrid, famosa por las casetas de venta de libros que están instaladas junto a la verja del Jardín Botánico.

Pepe Plana nos dice que a estos nombres ilustres se suman, en los inicios de este Jardín Botánico Juan Francisco Antonio Hilarión Zea Díaz, nacido en Medellín en 1766. Un científico, político, periodista y diplomático colombiano que en 1805, como director del Real Jardín Botánico de Madrid, publicó en el Semanario de agricultura y artes la noticia de la plantación de árboles con carácter festivo en Villanueva de la Sierra, inicio de la celebración del primer Día del Árbol en el mundo.

No quiere olvidarse de otro director, el naturalista Mariano de la Paz Graells que en 1848 descubrió, en San Lorenzo del Escorial, a la que para muchos es la mariposa más bella de Europa, a la que bautizó como Saturnia isabelae como dedicatoria a la reina Isabel II de España. Posteriormente la especie fue rebautizada como Graellsia isabelae en honor a su descubridor.

Una vez realizado el pasado histórico iniciamos la visita, deteniéndonos en cada uno de los árboles singulares que alberga este jardín. Pepe Plana ha decidido acotar así la visita porque sino sería inabarcable. Nos habla de “El Pantalones”, que está luchando para sobrevivir con la ayuda de los investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de la grafiosis, enfermedad fúngica que se transmite a través de un escarabajo, el Scolytus scolytus. Enfermedad que ha acabado prácticamente con todos los olmos viejos de la península Ibérica. Este ejemplar tiene 225 años y hoy por hoy se resiste a morir. Recibe su nombre por la forma de pantalón invertido de sus dos ramas principales.

Nos comenta que la especie más alta del Jardín es un Olmo del Cáucaso (Zelkova carpinifolia), con más de 40 metros de altura y unos doscientos años. Nos enseña los arces japoneses (Acer palmatum) y se detiene en las Sequoyas (Sequoia sempervirens), árbol exótico de hoja perenne, de crecimiento rápido que puede llegar a vivir más de 1.000 años y alcanzar los 100 m de altura.

Conocemos la Parrotia pérsica, que puede vivir hasta 200 años y alcanzar los 14 metros de altura, la misma que tiene el ejemplar del Jardín Botánico, si bien su edad actual es casi la mitad, unos 100 años. El Haya Púrpura (Fagus sylvatica var. Purpurea) y el Gingo (Ginkgo biloba). Este último es original de China, considerado el fósil viviente más antiguo del mundo, ya que habita la tierra desde hace más de 250 millones de años, por esta razón en la cultura china se denomina “alimento de dinosaurios”. Árbol medicinal en su lugar de origen y como curiosidad, como dice su cartel identificativo “el primer árbol que brotó después de la explosión atómica de Hiroshima”.

En cuanto a las palmeras (Phoenix canariensis) nos habló de lo amenazada que están por un gran escarabajo llegado de Asia que está acabando con estas especies por miles en toda España. Se trata del picudo rojo (Rhynchophorus ferrugineus), que es a la palmera lo que el Scolytus scolytus a los olmos.

A todos nos sorprendido Pepe Plana cuando nos dijo que es posible saber la edad de un árbol sin talarlo. Para ello nos pidió que nos abrazásemos a un plátano de sombra (Platanus orientalis) extendiendo los brazos. Con ello se consigue medir el perímetro del tronco a una altura de unos 140 centímetros respecto al suelo. El diámetro se obtiene dividiendo la circunferencia entre Pi (3,14). A continuación se multiplica el diámetro obtenido por el factor de crecimiento de la especie de árbol (suele ser entre 1 y 5). Y lo has conseguido. Este ejemplar tenía 232 años aproximadamente. La verdad que Pepe Plana lo cuenta de tal forma que nos ha parecido incluso fácil.

Recordando los efectos de “Filomena”, comentó que en 1890 un ciclón arrasó 500 árboles pero como filomena, no pudo con este espacio. Los ejemplares centenarios que hemos contemplado han sobrevivido a ciclones, enfermedades, guerras, abandonos y otros desastres y están incluidos en el “Catálogo de Árboles Singulares de la Comunidad de Madrid”.

Nos despedimos de esta intensa visita recibiendo información sobre las peonías, (Paeonía sp.) . Son un verdadero espectáculo, de una belleza efímera que siempre han tenido muy mala fama porque sus semillas son tóxicas. Nos insiste Pepe Plana que en este Jardín hay 3 fuentes y 32 fontines, que no son fuentes. Y nos presenta el último ejemplar que se ha plantado en este centenario Jardín Botánico, la Rosa Afrodita, donada por el rosalista Carlos Rivero. ‘Afrodita’ es hija de una rosa arbustiva llamada ‘Barbara Streisand’ de color rosa pálido en el núcleo y casi fucsia en los bordes del pétalo con un agradable aroma a limón, y una rosa intensamente amarilla, híbrido de té, ‘Solidor’ obra del notable productor mundial Meilland, que aporta la grandeza de las rosas únicas de estos híbridos.

La lluvia nos concedió una tregua, a pesar de la duración de la visita, y se nos hizo muy corta, por eso agradecemos a nuestro socio Pepe Plana la dedicación que ha tenido con nosotros y nos aplazamos, sin duda, para una próxima cita.

Fotos Javier Martín.