
Desde APIA queremos denunciar y lamentar la actitud del gobierno español por los mismos motivos que en la edición de 2013 de nuestros premios dimos un premio Vía Crucis (negativo) al gobierno de la Federación Rusa, por la detención de dos periodistas freelance que trabajaban contratados por Greenpeace para documentar las acciones de la organización ecologista en el Ártico.
En esta ocasión se trata del fotoperiodista Pedro Armestre, socio de APIA, detenido en el ejercicio de su trabajo como informador que cubría la acción de la organización ecologista Greenpeace contra la renovación del permiso de explotación de la central de Cofrentes, en la cual participaron más de veinte activistas de Greenpeace.
Los juicios,que comenzaron el 4 de diciembre en Valencia, han quedado vistos para sentencia. A nuestro compañero y socio de APIA se le acusa de participar activamente en un delito de lesiones a un guardia de seguridad. Su detención por las autoridades españolas atenta contra la libertad de expresión y el derecho a desarrollar su labor como periodista.