La conciencia ambiental crece, pero necesitamos más

Coincidiendo con el 5 de junio, Día Mundial del Medio Ambiente, la presidenta de APIA, María García, ha realizado esta Tribuna.

El Día Mundial del Medio Ambiente estará dedicado este año a la contaminación por plásticos, un problema ambiental que no sólo afecta a la salud de los ecosistemas, fauna y flora, sino que también impacta directamente en la salud humana. Respiramos microplásticos y comemos microplásticos.

Según el Eurobarómetro de la Comisión Europea, los ciudadanos consideran que el cambio climático (53%), la contaminación del aire (46%) y la creciente cantidad de residuos (46%) son los problemas ambientales más importantes.

Y es que los microplásticos, partículas plásticas cuyo diámetro es inferior a 5 mm, se han encontrado en todos los hábitats de la Tierra, incluso en los más protegidos como la Antártida, ya que los plásticos que acaban en los mares y océanos, se dividen en partes microscópicas, que se evaporan y luego precipitan con las lluvias, entrando en las corrientes atmosféricas que recorren todo el planeta.

Por eso, son necesarias acciones locales con impacto global. Es decir, que la reducción del uso de plásticos es la primera acción que debemos tomar, y cada uno de nosotros puede contribuir. Con un gesto tan simple como llevar la bolsa de tela para hacer la compra, evitamos millones de bolsas cada año, solo en el supermercado.

El segundo paso es la reutilización, y así les damos mil y una vida a esas bolsas que podemos emplear para bajar el vidrio a reciclar o llevar los juguetes de los niños al parque. Cuantas más veces reutilicemos, más alargaremos su vida y menos plásticos consumiremos, y eso multiplicado por los millones de habitantes que somos, son miles de millones de toneladas evitadas.

Y el tercer paso es el reciclaje. Cuando esa bolsa ya está deteriorada, hay que echarla al contenedor amarillo para su reciclaje y que vuelva a convertirse otra vez en materia prima para fabricar plásticos nuevos. El reciclaje es infinito y si se reciclara el 100% no tendríamos que fabricar con materia prima virgen procedente del petróleo ni un solo gramo de plástico.

Para que esta jerarquía de los residuos se cumpla y todos contribuyamos a un uso de los plásticos más eficiente es necesaria la concienciación ambiental, algo que desde las escuelas se trabaja a diario, pero que, en el caso de los adultos, parece que es necesario recordar. La labor de los periodistas ambientales es precisamente informar de aquellas noticias relevantes para el medio ambiente, formar sobre nuevos conceptos y temas ambientales y crear conciencia ambiental.

Y en materia de contaminación por plásticos queda mucha conciencia ambiental por delante. Los periodistas ambientales somos clave en ese cambio que está ya en marcha y que se denomina economía circular, en el que los residuos dejan de ser basura y elementos a destruir, para convertirse en la minería del siglo XXI, con materias primas a aprovechar.

En términos ambientales, producir a partir de materia prima virgen es más contaminante y genera más emisiones de CO2 y, además, en términos económicos, es más caro que si obtenemos materia prima secundaria a partir del reciclaje.

Según los datos de la ONU, más de 400 millones de toneladas de plástico se producen en el mundo cada año, de los cuales la mitad se conciben para una vida útil de un solo uso. Menos del 10% se recicla. Se estima que entre 19 y 23 millones de toneladas de desechos plásticos terminan cada año en lagos, ríos y mares.

Queda mucha conciencia ambiental por hacer, y los periodistas ambientales seguiremos trabajando cada día para que el Planeta sea un mundo más habitable para todos.

María García de la Fuente

Presidenta de APIA