El pasado 15 de junio un grupo de socias de APIA visitamos el Museo del Prado, gracias la organización del Foro Nuclear. Y ¿qué tiene que ver la energía nuclear con la mayor pinacoteca de España? Mucho, mucho. En el Departamento de Documentación Técnica del Museo del Prado utilizan cada vez más técnicas no invasivas, la toma de muestras para analizar y conocer a fondo las obras, tanto de pintura, como escultura, como objetos decorativos.
Museo del Prado
Mediante la reflectografía por infrarrojos y las radiografías, los investigadores y técnicos son capaces de saber qué tejidos forman las telas sobre las que pintaron los óleos, qué madera es la que soporta las tablas barrocas y qué escuela es la autora de las obras, por ejemplo.
Estas técnicas permiten no sólo mejorar la conservación de las obras y facilitar la restauración, si es necesario, sino que nos ayudan a descifrar enigmas y a corroborar o no dataciones. Así, Laura Alba, responsable de la técnica radiográfica del Museo del Prado, nos explicó cómo pueden caracterizar los materiales y procedimientos que llevaron a la obra tal y como la vemos hoy.
En su departamento también estudian las obras de préstamo de las exposiciones temporales y antes de que el Museo del Prado adquiera una obra, ésta pasa por sus manos.
Antes de visitar los laboratorios del Museo del Prado, tuvimos un encuentro con Ignacio Araluce, presidente de Foro Nuclear, para conocer cómo funciona una central nuclear. Los 7 reactores nucleares que tiene España evitan la emisión de 20 millones de toneladas de CO2 anuales a la atmósfera y generan cada año más del 30% de la electricidad.