Este decálogo es fruto de los Talleres de Comunicación de la Pesca y Acuicultura sostenibles, que APIA organizó en Sevilla, Valencia y Madrid el año pasado, con el apoyo de la Fundación Biodiversidad y el FEMP.
- Los periodistas ambientales han de incidir en el rigor y en el contraste de fuentes para dar información de calidad y veraz.
- Los bulos en periodismo han de combatirse con los principios básicos del oficio de informar: consultar a diversidad de fuentes, contrastar la información y verificar los datos.
- En el marco de la emergencia climática, el periodismo ambiental puede contribuir al cambio de modelo en el consumo, al visualizar opciones más responsables.
- En este mismo marco, han de resaltarse las prácticas pesqueras responsables y sostenibles, así como aquellas que atentan contra estos principios, a fin de que la opinión pública, además de tomar conciencia, puede ejercer su derecho, como consumidor, a elegir.
- La información ambiental y sobre la pesca y acuicultura sostenibles es una materia transversal y no se debe reducir al ámbito económico.
- Periodistas y científicos han de trabajar juntamente con el denominador común de la verdad.
- La información ambiental ha de huir de lo comercial y buscar información que aporte valor a la sociedad.
- La comunicación sobre pesca y acuicultura debe de ser global e incluir tanto la vertiente económica como la social. La comunicación sobre pesca y acuicultura debe tener en cuenta a las empresas y a la gente que vive en los territorios. Contar historias es la mejor forma de atrapar al lector.
- Las nuevas tecnologías nos aportan cada vez más datos. Su correcto tratamiento e interpretación en un lenguaje comprensible para la sociedad respalda y enriquece la información.
- El periodismo en positivo funciona, hay que contar el papel beneficioso de la pesca responsable, sostenible y certificada en los ecosistemas.