Visita Museo Nacional de Ciencias Naturales-CSIC

La realidad supera a la ficción y esto lo pudimos comprobar el pasado 23 de febrero, cuando los socios de APIA realizamos una visita guiada al Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC), de Madrid.

Foto: Pepe Plana

El MNCN-CSIC ha cumplido 250 años, lo que lo convierte en uno de los primeros museos de ciencia del mundo. El centro pertenece al Consejo Superior de Investigaciones Científicas, por lo que además de un espacio para visitas es un gran centro de investigación en el que se expone una de las colecciones de naturaleza más valiosas de Europa.

Todos quedamos asombrados por la parte expositiva de este espacio, pero también pudimos comprobar, sobre el terreno, la parte oculta del centro, el espacio donde trabaja el personal de investigación y alguna de las colecciones que no están expuestas al público.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Dentro de la colección científica de mamíferos, pudimos ver una muy pequeña parte, no en vano el Museo alberga unos 27.000 ejemplares, que se conservan como pieles (naturalizadas o de estudio), esqueletos (desarticulados y montados) e individuos  enteros sumergidos en etanol al 70%. La colección de ejemplares naturalizados de mamíferos constituye la más importante y numerosa del territorio español. Su excelente realización se debe en su gran mayoría a los hermanos Benedito, taxidermistas que trabajaron en el Museo a principios del Siglo XX. Ejemplos a destacar son los dioramas y los grandes mamíferos africanos: El elefante (Loxodonta africana), la jirafa (Giraffa camelopardalis), el rinoceronte (Diceros bicornis) cada uno acompañado por apasionantes historias hasta que llegaron al museo.

En la zona técnica del museo visitamos parte de la colección de entomología. La más importante del país, tanto por su volumen como desde un punto de vista científico o histórico. De la colección de coleópteros (Coleoptera), conocidos como escarabajos, con unas 375 000 especies descritas, más especies que cualquier otro orden en todo el reino animal; comprobamos la espectacularidad en sus colores que pueden alcanzar estos escarabajos. Nos detuvimos, observando con verdadera admiración, un ortóptero en particular, una de las más de 24.000 especies, de saltamontes, la mayoría tropicales, que alberga nuestro planeta. Esta especie en concreto nos sorprendió porque imita una hoja en otoño, lo que le hace indetectable para sus enemigos. También observamos, unos coleópteros que si pudiesen alcanzar el tamaño humano serían auténticos acorazados, dotados con unos ojos fosforescentes para asustar a sus depredadores. Y esto es sólo una parte porque además del material de las colecciones está pendiente de incorporación alrededor de dos millones más de ejemplares de diferentes órdenes.

Un agradecimiento especial tenemos para Rafael Zardoya, director del Museo; Xiomara Cantera Arranz, responsable del departamento de comunicación del Museo y todo el equipo de profesionales que nos acompañaron y atendieron nuestras numerosas dudas y preguntas.